Miles de millones de personas en todo el mundo padecen intolerancia a la lactosa. Un diagnóstico rápido y preciso permite prescribir una dieta o incluso un tratamiento para el paciente afectado.
Causas de la intolerancia a la lactosa
La lactosa es un nutriente importante para los bebés, quienes la digieren relativamente bien gracias a la enzima β-galactosidasa, que todos los niños pequeños producen de forma natural. Sin embargo, algunas personas dejan de producir esta enzima en cantidades suficientes en la edad adulta. La lactosa se compone de dos tipos de azúcar, glucosa y galactosa, y la lactasa los descompone y reabsorbe. Cuando la producción corporal es insuficiente, la lactosa pasa directamente al intestino sin digerir. Esto causa problemas gastrointestinales.
Vale la pena señalar que el 90% de la población asiática, africana y nativa americana sufre de intolerancia a la lactosa.
Diagnóstico de la intolerancia a la lactosa
Ante estos síntomas, el paciente puede obtener un diagnóstico preciso y rápido. El BioHit de MIC France es fácil de usar. Contiene todos los reactivos necesarios para el análisis de una muestra de biopsia duodenal y no requiere equipo adicional. El análisis se realiza en dos fases muy sencillas. En primer lugar, la muestra se mezcla con un primer sustrato antes de cubrirla durante un cuarto de hora; en un segundo paso, se añade una gota de solución.
Se añaden el cromógeno y 2 gotas de solución de señalización. Tras agitar la mezcla 5 o 6 veces, se deja reposar durante 5 minutos. Al finalizar este segundo paso, el analista leerá el resultado consultando la escala de colores de la placa.
Hay tres diagnósticos posibles: el azul indica un resultado normal, el azul claro indica una deficiencia leve de lactasa y, finalmente, la ausencia de color confirmará una deficiencia grave de lactasa.
Dieta y tratamiento
La rapidez del diagnóstico de intolerancia a la lactosa permite al médico recomendar una dieta adecuada. También se pueden utilizar comprimidos para compensar la deficiencia de lactasa. Estos medicamentos, tomados media hora antes de una comida arriesgada en un restaurante o una reunión familiar, pueden ayudar a limitar los trastornos gastrointestinales.
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